
El Día de Muertos es una de las tradiciones más bellas y significativas de nuestra cultura, un momento especial para recordar a quienes trascienden el plano físico y viven en nuestros corazones. Montar un altar en casa es una hermosa manera de honrar su memoria y de hacerles saber que siempre serán parte de nuestra vida.
Ana Paola Torreblanca, experta en diseño de interiores y decoración, nos comparte sus mejores consejos para crear el altar perfecto y lleno de significado.
¿Dónde poner el altar de muertos?
Elegir el lugar adecuado es clave para que la energía fluya y los espíritus de nuestros seres queridos se sientan bienvenidos. Según Torreblanca, las mejores opciones son:
- Entrada principal: es espacio que recibe a todos, tanto vivos como muertos. Colocarlo aquí, les hace saber que son bienvenidos en tu hogar.
- Sala o comedor: los lugares que compartimos con nuestra familia y amigos. Ubicar el altar en esta zona ayuda a que las almas sientan que aún forman parte de tu vida.
- Cerca de una ventana: la luz natural que entra por las ventanas simboliza la guía hacia tu hogar, haciendo que las almas encuentren el camino.
- Un rincón especial: si hay un lugar en tu hogar que te recuerde particularmente a esa persona especial, ¡ese es el mejor lugar para honrar su memoria!
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¿Qué debe tener tu altar?
Un altar de Día de Muertos sólo está completo con ciertos elementos que, según Torreblanca, son esenciales para conectar con nuestros seres queridos:
- Foto de tus seres queridos. La imagen es el elemento más importante, ya que les recuerda que los tienes presentes.
- Velas. Su luz guía a las almas de vuelta a casa.
- Flores de cempasúchil. Su color vibrante y su fragancia actúan como un faro que atrae a los espíritus. Aunque este año, por cuestiones climáticas, puedes tardar en encontrarlas, puede ser una aventura ir en familia a buscarlas.
- Comida y bebida. ¡Tiene que estar lo que más disfrutaban! Pan de muerto, tamales, tequila o cualquier otro platillo que haya sido el favorito de tus seres queridos.
- Papel picado. Aporta color y simboliza el viento, uno de los cuatro elementos que representan la vida y la muerte.
- Calaveras de azúcar. Un toque de alegría que recuerda que la muerte es vista con respeto, pero también con celebración.

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