Detrás de nosotros un vetusto Pontiac Firebird se abre paso “echando lámina” por el tráfico. Tras un par de maniobras se pone al parejo de nosotros. Se oye un agudo claxon; volteamos y el conductor del Pontiac señala nuestro coche y luego, cual emperador romano suspende su pulgar hacia arriba. No lo culpamos: nuestro coche es el Chevrolet Corvette Stingray.
Y esta es apenas una muestra de los que es capaz de hacer la octava generación de este deportivo americano la cual escaló a la perfección en todos los frentes y apenas si ponemos un pie en la calle de inmediato comprobamos que es más que un imán de miradas.
No negamos que íbamos nerviosos y sumamente expectantes a la cita donde habríamos de recoger nuestro Chevrolet Corvette para manejarlo un par de días. Llegamos al lugar y fue difícil contener una sonrisa de emoción pues su diseño mueve todo dentro de ti.
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Firmamos la salida, encendimos el motor y el ruido es vibrante pues el motor de inmediato te avisa lo que está a punto de pasar.
Salimos a la calle y no rodamos ni media cuadra cuando un niño desde otro coche sacó el celular y nos tomó una foto y ese fue el preámbulo de lo que nos esperaría por dos días que tuvimos a prueba este biplaza que emana deportividad por donde se le vea.
INGENIERÍA
La manzana de la discordia para esta octava generación fue el motor dispuesto para este Corvette, pero no por sus prestaciones, sino por su posición y es que Chevrolet optó por primera vez en la historia del Corvette, por el motor central.
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Se trata de un V8 6.2 Litros naturalmente aspirado que entrega 495 caballos de fuerza conectado a una caja automática Tremec de doble clutch que hace del manejo una auténtica delicia.
Si ves las imágenes seguramente te pondrías a pensar si este Corvette es amigable con la calle y el manejo día a día y debemos decirte que es más dócil de lo que parece pues su largo es 4.6 metros, su ancho de 1.9 metros y una altura de 1.2 metros y para nada nos sentimos invasivos.
Eso sí, la baja altura del coche hizo que nos tronáramos los dedos cuando pasábamos los inmisericordes topes de la ciudad y para ello apretamos un pequeño botón que eleva la suspensión delantera la distancia del suelo hasta 40 mm en 2.8 segundos y ese sistema nos sacó de un apuro más de una vez, pues puede operar a velocidades de hasta 38.6 km/hr y está lista para funcionar automáticamente a través de GPS, que guarda hasta 1,000 ubicaciones.
EQUIPAMIENTO
Si la gente que nos volteó a ver, nos tomó fotos y nos filmó con su celular apreciaran el interior, poco se le haría cualquier espacio en el dispositivo para captar cada detalle de los interiores, pues son un portento de diseño.
Para empezar, el habitáculo está inspirado en los jets de combate y como podemos apreciar todos los controles y botones están claramente orientados hacia el conductor, quien se siente “apapachado” y lleno de tecnología a la mano en todo momento.
La combinación de materiales es excelsa, pues lo mismo encontramos gamuzina y piel y como ya comentamos, los botones del sistema del aire acondicionado se extienden en una larga fila.
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La palanca de cambios no aparece y en su lugar encontramos una agradable botonera que se aloja junto a una perilla con una suculenta cobertura donde se eligen los modos de manejo.
El volante es otro caso aparte, pues deja de lado las formas redondas para dar paso a las cuadradas, cosa que se agradece al manejar pues no nada más mejora el agarre sino también la visibilidad no solo del camino sino también del head-up display que es totalmente configurable.
TECNOLOGÍA
El cuadro de instrumentos nos dejó gratamente sorprendidos por sus gráficos, la gran variedad de elementos que se pueden personalizar y las dimensiones: 12 pulgadas y tres temas disponibles.
El sistema de infoentretenimiento se aloja en una pantalla de 8 pulgadas con conexión a Apple CarPlay y Android Auto. No se dejen llevar por el tamaño de la cabina y crean que el equipo de audio cuenta con un número reducido de bocinas: este Chevrolet Corvette Stingray cuenta con nada menos que 14 altavoces firmados por Bose Performance y es una auténtica joya auditiva.
Este deportivo integra cargador inalámbrico para smartphones; el dato curioso se aloja en un pequeño compartimento ubicado entre los asientos. Si se trataba de optimizar espacio, acá la prueba de que se hizo correctamente.
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CONCLUSIÓN
Obviamente el Chevrolet Corvette saca lo mejor de sí en la pista, pero bien puede pasear por las calles atrapando la atención de propios y extraños, pues eso está en el ADN del Corvette: ser un imán de miradas y más allá de la estética esta nueva generación da un salto en todos los aspectos, sobre todo ante el hecho de montar motor central porque se perfecciona el manejo que es puramente deportivo. No nos faltes nunca, Chevrolet Corvette.
CHEVROLET CORVETTE STINGRAY Z51 PERFORMANCE PACKAGE
FICHA TÉCNICA
MOTOR: V8 6.2 Litros
POTENCIA: 495 hp
TORQUE: 470 lb/pie
TRANSMISIÓN: Automática de doble embrague de 8 velocidades
TRACCIÓN: Trasera
VELOCIDAD MÁXIMA: 312 kms/hr
ACELERACIÓN 0-100 KMS/HR: 3.35 segs.
