La salud mental ha ganado relevancia en las conversaciones. Durante la concluida crisis sanitaria, trastornos como la depresión y la ansiedad ganaron visibilidad cuando se reportó un aumento de casos generados por el estrés de la situación, el encierro, la crisis económica y en general el cambio de actividades de un día a otro. Sin embargo, aún queda un largo camino por andar al hablar de enfermedades y trastornos relacionados a la mente.
La importancia de visibilizar las enfermedades mentales radica principalmente en la inclusión de pacientes y la dirección para tratamientos que brinden mayor calidad de vida.
La salud mental es un aspecto fundamental de nuestro bienestar general, pero desafortunadamente, durante mucho tiempo ha sido un tema estigmatizado y marginado en nuestra sociedad. “Las enfermedades más comunes y con las que una persona puede ser funcional son el trastorno bipolar. el TDAH, trastorno de límite de personalidad, la ansiedad y la depresión, el Asperger, y también puede ser si es rehabilitado de alcoholismo o de sustancias activas”, comenta Maureen Terán Salgado, fundadora y presidenta de la fundación Es Tiempo de Hablar.
Cada vez más personas están reconociendo la importancia de abordar y visibilizar los trastornos y enfermedades mentales, pero el primer reto es enfrentar “el miedo al rechazo, la baja autoestima”, añade Maureen, quien vive su propia lucha contra el trastorno bipolar. “Sentirnos que la gente te va vulnerable, nos enseñan a ser fuertes, pero no nos enseñan a ser sensibles. Ese es el mayor prejuicio por el que nos da pena decir que tenemos alguna enfermedad mental”, comparte.
Por ello, una de las razones clave por las que es importante visibilizar los trastornos y enfermedades mentales es reducir el estigma asociado con ellos. La visibilización también es crucial para generar inclusión y apoyo para los pacientes. Otro beneficio importante de visibilizar los trastornos y enfermedades mentales es fomentar la prevención y la detección temprana. Al hablar abiertamente sobre los signos y síntomas de diferentes condiciones, podemos ayudar a las personas a reconocer cuándo podrían necesitar ayuda y alentarlos a buscarla antes de que sus problemas se agraven.
Es necesario “empezar a normalizar y esto empieza por nosotros mientras nosotros no queremos alzar la voz el estigma va a seguir existiendo”, añade la presidenta de la fundación. Apunta también a que aún no se pueden hacer políticas públicas robustas alrededor de la salud mental debido a que la gente no está sensibilizada hacia el problema que existe.
Al respecto del aporte de la fundación Es Tiempo de Hablar, Maureen comparte que están comenzando a formar un proyecto de inclusión laboral de la salud mental, “porque fue uno de los principales retos que me puse cuando empecé con la asociación porque a mí no me fue nada bien cuando cuando trabajé”.
Mucha información, ¿a dónde ir?
Hoy en día es posible encontrar un montón de páginas de Facebook, podcast, perfiles de Instagram, otras redes sociales lanzando mensajes sobre el cuidado de la mente, el lado positivo es el avance que representa para la desestigmatización de la salud mental; sin embargo, es importante recalcar que un diagnóstico, tratamiento y terapia sólo puede ser brindada por el especialista de la salud certificado para ello, ya sea psicoanalista, psicólogo, psiquiatra u otro.
Terapias alternativas como la meditación, el yoga y otras muchas prácticas que abonan al cuidado holístico del ser son buenos complementos y buenas actividades de prevención al perseguir el tener una vida sana.
Los hábitos son clave
Buscar la salud mental implica incorporar buenos hábitos. “Cambia tu estilo de vida, te vuelves más sano […] si estás acostumbrado a tomar o fumar, a no tener una alimentación sana o a no hacer ejercicio, o te desvelas… y de repente, te dicen ‘pues tienes que empezar a cambiar los hábitos para que tengas una buena salud mental’ eso también llega a pesar”, confiesa Maureen Terán sobre los retos de seguir un tratamiento.
En México las estimaciones sitúan el aumento de los trastornos de ansiedad y depresión en más de un 25% durante el primer año de la pandemia, y un 31 a 35% en el segundo año. Para el 2022 este número ha crecido a un 39%, reporta Newman Institute.
La carrera para desestigmatizar la salud mental es de fondo y requiere un arduo trabajo de resistencia, por ello Maureen Terán nos invita a sumarnos a la Segunda Carrera por el Bienestar Emocional y la Salud Mental, el próximo 8 de octubre.
Deja una respuseta