La automedicación para la pérdida de peso, el ‘Lado B’ de la lucha contra la obesidad

La automedicación puede generar una serie de daños significativos para la salud. Tomar productos médicos, naturistas, o seguir dietas sin la adecuada supervisión de un especialista pone en riesgo el bienestar de cualquier persona. La dosis incorrecta o productos inapropiados pueden generar reacciones peligrosas, efectos secundarios irreversibles.

En charla con la psicóloga bariatra Yunuhén Juárez, la especialista destaca que la automedicación para la pérdida de peso suele agravar la enfermedad. Si bien, muchas personas pueden ver resultados “milagro” al consumir productos y medicinas, el problema de raíz no desaparece, siempre requiere de un tratamiento integral que puede incluir hasta la intervención de un cirujano bariatra, en especial en casos de obesidad metabólica.

A pesar de que la lucha contra el sobrepeso y la obesidad debe hacerse en lo individual, la psicóloga bariatra señala que estas enfermedades no son culpa de quienes la padecen. “No es culpa de uno, es una consecuencia del entorno en el que estamos viviendo. Porque nadie decide llenarse de peso así, o al menos no al 85% de la población mexicana que tiene algún problema de peso”, dice.

Lo más común en la automedicación para la pérdida de peso es la medicina naturista, porque implica darle al cuerpo cualquier agente externo que no es un alimento. “Estás metiendo un agente externo para arreglar un problema, como si fuera un medicamento; entonces es una conducta de alto riesgo, porque no tenemos todos los conocimientos”, señala.

¿Quién no ha probado algún té que le recomendaron? Aunque existen productos comerciales seguros, también hay muchos que carecen de la aprobación de la Cofepris y mucho menos de la FDA. Tal es el caso del producto “milagroso” conocido como té de 3 ballerina, que se recomendaba por sus supuestos efectos adelgazantes, cuando en realidad causaba un efecto laxante que deshidrataba el cuerpo, provocando una pérdida de peso temporal.

Lamentablemente, los productos naturistas no son los únicos que abundan para bajar kilos de más. Existe un medicamento muy popular que, a pesar de requerir receta médica por ser de uso controlado, se obtiene de manera clandestina, lo que conlleva riesgos para la salud debido al consumo sin supervisión, sin una estrategia alimentaria adecuada y sin considerar sus efectos secundarios. Sí, aquellos que han consumido Redotex saben que no se trata de un medicamento suave, ya que la combinación de estimulantes metabólicos y ansiolíticos puede causar taquicardias y otras reacciones tanto físicas como mentales, incluso se han registrado casos de infarto.

“Fíjate que sí existen muy buenos medicamentos, no es que esté en contra de ellos. Son muy buenos; por ejemplo, el último [de moda] es el que usaban las Kardashian. Es muy buen medicamento, pero tiene que tener un control completo”, enfatiza la psicóloga bariatra.

En última instancia, ningún tratamiento para la obesidad debe ser abordado únicamente por un especialista, ya que el éxito depende de una atención integral que modifique hábitos, brinde conocimientos alimentarios y, en algunos casos, incluye la cirugía bariátrica. Si hay algo positivo en todo esto, es que “la obesidad tiene una característica principal: depende mucho de lo que uno decida hacer para mejorar la condición, a diferencia de otras enfermedades”, concluye Yunuhén Juárez.

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