Buscar un buen asado argentino no es fácil. Si bien tenemos una amplia oferta de restaurantes en la CDMX, los comensales chilangos buscamos calidad en la comida y la encontramos en Quebracho.
Y si hablamos de cortes y vinos argentinos ¡somos exigentes! Queremos recetas tradicionales, un ambiente casero y la mejor propuesta.
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Una de las opciones para cumplir con ello es el Quebracho. Que por cierto cumple 18 años, ¡la mayoría de edad!
En este restaurante la calidad de producto es el estandarte. Los cortes son USDA High Choice o Prime sin excepción (hasta en carpaccios).
También es hogar de vinos, con más de 20 etiquetas propias de importación; desde uno joven de la casa hasta de guarda, de calidad excepcional.
Quebracho: la experiencia familiar
Llegar a alguna de las sucursales Quebracho es toda una experiencia, desde que te reciben en la entrada y te asignan una mesa. Sin olvidar las medidas sanitarias.
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Puedes iniciar por un vino, el recomendado de la casa. Para abrir el apetito te recomendamos un jugo de carne y un carpaccio de salmón, nuestro favorito.
No salgas sin probar la empanada de carne y una provoleta; o si te gusta compartir pide unas mollejas.
Y como las verduras deben ser parte de nuestro día a día te recomendamos una ensalada Quebracho, que tiene lechuga, espinacas, berros, germen de alfalfa, germen de soya, champiñón, nuez y palmitos.
Si los vegetales crudos no son lo tuyo, elige una ‘parrillada de verduras’ con calabacitas, berenjena, espárragos, champiñones, jitomate, cebolla y queso mozzarella. El sabor particular que tienen las verduras al ser cocinadas de forma diferente, ¡te encantará!
Para continuar con una buena combinación de sabores tenemos dos favoritos: la Tapa de Bife y la Picaña.
Y, para cerrar con broche de oro, el alfajor, preparado completamente en casa.
Por ser restaurante familiar, Quebracho tiene diferentes propuestas en el menú infantil que son atractivas para los niños. Consulta con el personal y ellos mismos te sugieren la mejor opción.
La historia
Desde que nació en 2004, este restaurante fue fruto de la pasión por crear un espacio de amigos, de familia.
Un lugar donde la comida es la protagonista. Comer carne de calidad y otras recetas típicas argentinas. Disfrutar de un buen vino y sentirse en un lugar conocido, habitual, pero sobre todo de forma justa.
Es así como 18 años después mantiene su esencia contra vientos y otros retos. Sus clientes que son los familiares, los melancólicos de una tierra lejana, del sur y que buscan un guiño a su esencia, aparecen semana a semana.
También recibe a los nuevos gastronómicos, esos que no conocían la tradición de Quebracho o solo habían oído hablar de ella, pero que llevan en su corazón el gusto por los lugares de barrio, de casa, donde un día puede ocurrir un festín de cortes prime y vinos de reserva.
