Con el regreso de los monoplaza a las pistas y la emoción que eso genera, podemos hablar también de cómo la tecnología y el automovilismo se alimentan mutuamente. Si bien la tecnología como rama de investigación podría vivir sin la F1, al revés no funciona, pero alto, eso no quiere decir que podamos decir que si esta competición desapareciera, el avance tecnológico no se vería afectado.
Empecemos diciendo que de las empresas que más dinero invierten en desarrollo tecnológico están en el automovilismo, ¿por qué? Porque cuando agotaste los recursos físicos de un auto para ganar una milésima de segundo, tienes que aprovechar otros métodos que te puedan dar ventaja. Aquí es en donde entran los “otros ingenieros”.
¿Recuerdas cuando eras niño o niña y acompañabas a tus papás a ver el auto que se iban a comprar? Piensa en la última vez que visitaste una agencia de autos. ¡Qué gran diferencia! No recuerdo a ciencia cierta cuándo fue la primera vez que me subí a un auto con vidrios eléctricos, y ahora casi todos los modelos lo traen. Hoy en día los monoplaza de la F1 cuentan con un interruptor eléctrico que posiciona el alerón trasero dependiendo del requerimiento, para freno o aceleración.
Muchos hemos soñado con manejar un auto de carreras, pero casi con certeza en esos momentos no pensamos en lo que ello implica. Hablemos del volante, el famoso volante que muchos de nosotros, estoy seguro, no podríamos controlar y no tiene que ver con la dirección del auto, sino con la cantidad de funciones disponibles. Desde lo básico de saber en qué posición de la pista estás, hasta herramientas más avanzadas como ajustar la cantidad de aire que entra al motor para la combustión, selección del modo de la suspensión y los frenos, hasta lo que pareciera sencillo de que el auto entre a la velocidad correcta a la zona de boxes.
La Fórmula 1 en el día a día
Además de eso hay un sinfín de aplicaciones de la tecnología moderna, los videos que vemos en las carreras, la comunicación entre equipos, la capacidad de adaptación casi inmediata a las características del clima y de la pista, conocer el estado de desgaste o funcionamiento de cada una de las partes importantes del auto, incluso la temperatura de las llantas, entre otros.
Al día de hoy es un poco impensable separar el avance tecnológico del avance automovilístico, enhorabuena, porque la siguiente ola es la de autos eléctricos, que no solo ayudará con la ciencia, sino será la ingeniería aplicada a reducir los agentes contaminantes y hacer un mundo más limpio, porque además de todo, la mayoría de todo esto llega a nuestra vida diaria, pero de eso, hablaremos en otro texto.
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