En recientes fechas he escuchado a varias personas comentar que tienen miedo de las compras en línea, que no confían en los sitios de venta digital, que prefieren ver los productos físicos para poder tomar una decisión. Mi postura sobre el avance digital es muy diferente, considero que toda la investigación y el desarrollo que se ha hecho durante tanto tiempo debe ser aprovechado.
Entiendo muy bien las dudas, pues desafortunadamente vivimos en un país donde en ocasiones los bancos y las instituciones no nos protegen como consumidores, pero hasta para esto la tecnología ha avanzado y muchas empresas han puesto mecanismos para evitar cualquier tipo de problema, el gran ejemplo es Amazon que ha hecho de lo más sencillo el regresar productos y ha evitado la venta de productos engañosos.
El nuevo mundo no es nuevo


El proceso de digitalización que hemos vivido tiene más de setenta años en formación. Bueno, se podrá cuestionar y decir que tiene siglos y que viene desde la Revolución Industrial. Para efectos de este texto lo estoy contemplando desde la Segunda Guerra Mundial, cuando surgieron las primeras computadoras para solucionar operaciones matemáticas que ayudaran a diferentes ejércitos a darse ventaja en la guerra. Hay dos famosas, la ENIAC que fue para balística estadunidense y la Máquina de Turing, de la cual hay una muy buena película llamada “El Código Enigma”.
Desde ahí hasta hoy el proceso ha sido largo y en algunos puntos tortuoso y lento y en otros muy acelerado. Otro punto importante fue el desarrollo de internet, cuyas bases datan de 1969 y luego el Word Wide Web por Tim Berners Lee en la década de 1980. ¿Ya vieron que tan atrás nos tenemos que ir para entender lo que sucede al día de hoy en términos de tecnología? Esto indica que el que hoy tú puedas leer este texto en tu celular o comprar cualquier tipo de productos y servicios sin importar dónde estés, ha sido un proceso muy largo.
Perder el miedo


Esto último da pie a mi creencia de que no deberíamos tener miedo a la tecnología. Recuerdo que mi abuela contaba que cuando en su pueblo del estado de Guanajuato veían un avión, el pájaro de metal como ella le decía, se hincaban, lo mismo que sucedía años atrás con los cometas. Hoy damos por sentado los automóviles y los aviones, pero todavía hay una cierta población que desconfía de eso etéreo que llamamos “nube” o de cualquier cosa que no somos capaces de tocar o ver.
Avanzar aún más


Y todavía voy un poco más allá, deberíamos buscar y exigir a gobiernos y empresas que nos permitan ser todavía más tecnológicos. Desde el trabajo en casa, hasta poder hacer la mayoría de los trámites de gobierno en línea. Me parece increíble que al día de hoy si llevas a verificar tu auto, el sistema es muy claro y les dice si has pagado tu tenencia o si tienes multas, pero para poder hacer un trámite de tu auto como renovar la tarjeta de circulación, debes por tu propia cuenta adquirir una constancia de no adeudos, en lugar de que el mismo sistema se los pudiera decir.
Sé que en un país como el nuestro hay muchos problemas que arreglar, pero si me permiten, la tecnologización de las dependencias ayudará en algunos de estos temas. Y puedo también decir que estamos en un punto muy avanzado, en el que podemos aprovechar todo este desarrollo hasta para el campo, conozco herramientas que ayudan a agricultores a saber cómo va el crecimiento de su cosecha, si le falta agua y hasta avisa de probables cambios meteorológicos que los podrían ayudar a proteger sus cosechas.
No tengamos miedo, efectivamente debemos tener cuidado y tomar precauciones, equivalentes a las que tomamos en el mundo físico, no porque ya demos por hecho los autos, hemos dejado de voltear antes de cruzar una calle. Puedo ser optimista y creer que la digitalización nos ayudará a hacernos fácil la vida y que iremos poco a poco cerrando el paso a mal uso que algunos le dan.
Bienvenidos a esta modernidad de casi setenta años de desarrollo.
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